Es un momento de encuentro con Dios y personal mediante la reflexión, la oración, el aprendizaje y las diferentes actividades encaminadas al fortalecimiento de la espiritualidad; se puede comprender como la necesidad de alejarse de la rutina para encontrar plenitud y paz viviendo un momento diferente que ayuda a nutrir la fe. Los retiros espirituales son una práctica muy común, que viene de tiempos antiguos. En las Sagradas Escrituras se puede leer que los profetas solían alejarse un tiempo determinado para tener un encuentro con Dios, Jesús también lo hacía para establecer comunicación con el Padre, los Santos durante su desarrollo también buscaban alejarse para así encontrar inspiración divina.
Los benecios de hacer un retiro son la renovación de fe y espiritual, conseguir paz interior, crecimiento personal y espiritual.